Este es uno de esos robots que de primeras no tienen una utilidad clara, pero que nos hacen pasar el rato. Seguramente en un futuro se les ocurrirá una gran utilidad, pero hoy por hoy, solamente sirve para quedarnos embobados mirando como juega con las pelotas.
El robot, es capaz de tirarse toda una vida dándole a la pelota de ping pong, sin que se le caiga gracias a sus sensores y correcciones de posición. El problema viene cuando le meten dos bolas, que no las lleva demasiado bien. Es tan perfecto, que al querer llevar las dos bolas al centro de la pala, siempre terminan chocando éstas.
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